miércoles, 22 de marzo de 2017
.
Cuando leí su mensaje ya estaba ebria y no lo comprendí muy bien. Pero en ese estado siempre vienen breves ratos de lucidez y no pude evitar ponerme a llorar como niña, como desquiciada. Porque él estuvo en mi vida cuando salí del psiquiátrico y ni mi mamá me podía ver como un ser humano, porque estuvo conmigo cuando me quedé sin dinero y no tenía dónde vivir, porque estuvo conmigo cada vez que Ulises me mandó al hospital, porque estuvo conmigo cuando lo necesité y sin que yo se lo pidiera. Porque creo que nadie me había hecho sentir tan capaz, nadie me brindó tanta seguridad en mí misma. Porque nadie me había abrazado con tanto cariño, porque nadie me había hecho sentir bonita antes. Porque es el hombre más encantador que hay en el mundo. Inteligente, maravilloso. Y eso es algo que yo comprendí mucho antes pero no tuve coraje de decirlo. Fui mala, fui una perra, sabiendo lo puro de su cariño, siempre le restregué todos esos otros cuerpos que compartían mi cama, todos esos fugaces enamoramientos que acababan en lágrimas. Siempre le dejé en claro que no iba a dejar a Ulises por él. Que no lo iba a presentar a mi familia. Que su hija no podía seguir llamándome mamá. Porque sé mi lugar, aunque a veces desearía tener más autoestima y negarlo. Él es único, es encantador, es demasiado brillante, es esa fuerza imposible de ignorarse. Ni siquiera puedo hablar de él sin desmerecer su encanto. Y yo soy una mancha gris, no soy nadie, no soy especial, no soy diferente al promedio. Amo con cada fibra de mi ser todo aquello que amo. Y eso es algo que comprendí con él. Hay gente que nace para ser amada y hay gente que nace para amar. No puede ser distinto ni cambiado y yo no reniego de mi naturaleza, nací para amar todo lo que me conmueve, pero no para ser amada. Nunca lo detuve y siempre busqué abrirle los ojos a esa realidad, porque nunca podría cargar con el pecado de condenar a un hombre así de fantástico a una vida mediocre, a una compañía gris. Sin chiste. Conocerlo me hizo una mujer, porque sólo era una niña, me encendió, me creó. Y aunque comprenda que debe alejarse para no seguir lastimándose conmigo, no puedo dejar de pensar...
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)