jueves, 3 de diciembre de 2015

Miseria.

Cuando Miseria llegó preñada, estaba pasando por una depresión tan fuerte que me llevó a dos intentos de suicidio. Miseria , con su pelaje gris sucio , múltiples heridas abiertas y flaca, llegó hasta la puerta abierta de mi casa , justo cuando iba de salida. La primera mirada de sus ojitos verdes claro, cansada e indefensa me dejaron desarmada. La vi tan flaca y preñada, que no pude dejarlo pasar y le todo el jamón del refrigerador. Enseguida empecé a estornudar y ella a comer. Problemas con mamá por la alergia, pero Miseria estaba tan indefensa que al final nadie pudo evitar quererla. Después llegaron los bebés y Misi, Miseria, apenas podía estar despierta por el estado delicado de su cuerpo sumado al parto y al amamantamiento. Nos dejaba tocar a sus bebés, nos dejaba acariciarla aunque algo renuente e incluso se alejaba cuando alguno de nosotros se quedaba con sus bebés. Cuando dimos en adopción a todos los pequeños, Miseria se quedó. Había ganado peso , estaba más sana y menos reacia al contacto.Cuidar de ella me obligó a olvidar lo pasado, sólo cuidarla, verla salir adelante me sacó a mí de la depresión. Yo no la recogí ni la adopté, ni nada. Ella me salvó la vida y me dio motivos para vivirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario