viernes, 21 de agosto de 2015

Odio

La madera cruje conforme avanza la noche y sé que es el momento de desnudarme . Sé la dureza del día que se perfil tras esto y toda la tristeza que acabará de doblarme sobre el retrete para poder llorar a solas dos minutos sin levantar sospechas. Acaricio su rostro, con ese rostro tan hermoso podria gobernar el mundo , y en lugar de eso está compartiendo la misma almohada mugrosa de un hotel barato conmigo.

 ¿ Dónde voy a poner tanto odio? Me desvisto cauta, a oscuras y en silencio, pero ¿ dónde pondré tanto odio? ¿ dónde dejar la ciega rabia de haber visto las caras más amargas de la vida y aún así haber sido capaz de cantarle? La rabia fue la única fuerza que me quedó tras  la verdadera belleza. Esa belleza que te obliga a ser humilde y saber que también el dolor significa algo, que la vida no es una sucesión de momentos placenteros ni se enfrenta con una sonrisa porque sino vas a perderte algo, porque el hierro se forja a golpes y no con flores, me dijo L. ¿ De qué paz pueden hablar los que nunca la perdieron? Quienes nunca escucharon la cordura quebrarse no reconocen ese segundo que le antecede, ese segundo donde haces sagradas las únicas horas por las que valió la pena estar con la mierda al cuello.  Conozco la desesperación del vacío y eso me hizo consagrar y jurar defender hasta la última gota de sangre a todos mis amuletos. Cuando el amor propio se acaba , sólo queda vivir por amor a los demás. Veo en sus ojos el ansia porque termine de desanudarme el sostén, pero tengo miedo de que  todo el vacío que tengo pueda más que las blancura de mis senos y salga corriendo , y de nuevo esta noche muerda las esquinas de la cobija para no gritar contra las paredes.Es inconcebible que la misma realidad de un vaso roto abarque esta noche con él. Me mira extrañado cuando río bajito y le agradezco. La realidad se extiende a otras personas, a otras verdades, pero ésta es la mía y me aferro a ella con todo. Deja que te la comparta, se cae el sostén, deja que sea la mujer oscura que te habla de abandonos y derrotas, deja que desprecie a las mujeres claras que embelesan tu corazón con huecas palabras " corre bajo la lluvia, lee muchos, ama a tu prójimo, sé la mejor versión de ti mismo" mientras en mi vientre voy sintiendo tus universos explotando. Deja que sea el silencio quien corrija nuestras disonancias, nuestras torpezas. Por favor, demórate un poco en mis labios que no lo hago por el placer ni por la soledad, sólo quiero olvidar otras manos esta noche. 

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