miércoles, 21 de octubre de 2015

Fiesta

En una edad muy temprana aprendí que la gente suele ser egoísta,cruel,humillante...hiriente. De niña pasaba mucho tiempo sola hasta que aprendí a leer y dejé de interesarme en socializar. A los catorce años ya había leído a Anaïs Nin y " El Leviatán" Mientras la mayoría hablaba de fiestas, maquillaje , anécdotas hilarantes, yo me volvía más reservada y con menos ánimos de acercarme a los demás.Diversos sucesos me volvieron más oscura y amarga, pero siempre podía contar con mis libros. A los 20 años leía entre 30 y 50 libros al mes. Y era extraordinario combinar ese amor por los libros con mi alcoholismo en las fiestas, donde mientras alguno levantaba mi falda, comenzaba a hablar de Cooper , cuando estando con el chico de los tatuajes un par de años más adelante, antes del sexo anal, leíamos a Génet y todo era maravilloso. La gente puede heirte, pero un libro siempre va a curarte. Puede haber mil fiestas a las cuales nunca entrarás, pero los libros, los buenos libros, son todas las fiestas del mundo y con mejor música.

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